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Recomendaciones para el montañero y el senderista
La mala planificación de una ruta, una travesía o simplemente una caminata, nos puede llevar a vivir una experiencia que no quisiéramos volver a repetir. El no tener en cuenta algunos aspectos importantes, que en determinados momentos nos faciliten el buen desarrollo de una excursión, puede llevar a que se produzcan accidentes que se podrían haber evitado siguiendo algunas recomendaciones y que no suponen ningún esfuerzo dedicarlas un poco de nuestro tiempo:
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Planifica tu ruta antes de salir, llevando una idea clara del lugar donde vas a ir. Lleva mapas de la zona y míratelo antes de empezar. Es aconsejable cargar la ruta en el GPS.
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NUNCA deberías hacer salidas a la montaña o cualquier ruta en solitario, si lo haces, deja dicho a tus familiares y amigos cual es el itinerario que vas a seguir y no cambies el recorrido.
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Procura ser solidario y hacer gala de buen compañero. En ocasiones habrá situaciones en las que tendrás que tender una mano a un compañero, así como en otras te la tenderán a ti. Todos vamos en el mismo camino.
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Siempre procura llevar el material adecuado para la marcha que vas a realizar. En la montaña, los cambios del tiempo te pueden sorprender, niebla, lluvia, viento, frío, etc. Lleva chubasquero, forro, cortavientos y el calzado es fundamental, siempre botas. Cuando hay hielo, recuerda, crampones, piolet y cuerda.
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Si te surge algún contratiempo de cualquier naturaleza, como cambios bruscos del tiempo, fatiga, que te generen dudas en la continuidad de la marcha, suspéndela y date la vuelta. Recuerda la montaña y las rutas siempre estarán esperándote para que vuelvas en otra ocasión.
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Las rutas con ascensiones no se terminan en la cima, recuerda que luego hay que descender, no agotes todas tus fuerzas para conseguirla, en el descenso se suelen producir la mayoría de los accidentes.
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Procura llevar algún medio de comunicación como teléfono con la batería completamente cargada y un silbato, en el caso de que te accidentes o te pierdas.
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Procura comer antes de tener hambre y beber antes de que tengas sed, lleva alimentos suficientes pero sin excederte.
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No sobrevalores tu experiencia y condición física, un desfallecimiento te puede venir en el momento más delicado e inesperado.
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Deja todo tal y como lo encuentres, para no alterar el equilibrio de la naturaleza. Lleva siempre contigo los deshechos que generes.