El senderismo es un deporte que cada día gana más adeptos y aficionados, lo que empezó como una afición por caminar al aire libre y en entornos naturales, se ha convertido en un deporte completo. Quizá su popularidad se debe a que caminar es uno de los ejercicios físicos más cómodos y completos que existen por la sencillez de su práctica.
Según los especialistas médicos, recomiendan una actividad diaria de ejercicio físico para mantener una vida activa, en la que sería suficiente andar un mínimo de 30 minutos cinco días a la semana para cuidar nuestra salud, aunque es aconsejable aumentar este mínimo de actividad si nuestro estado físico y condiciones nos lo permiten.
Los beneficios para la salud del senderismo son bastante claros: aumento del tono muscular, quema de calorías, mantenimiento de la masa ósea, así como ayuda a controlar la hipertensión, mejora notablemente el estado de ánimo y reduce la ansiedad y el estrés.
Una de las mejores opciones es el senderismo que, según la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), es “una práctica deportiva que se desarrolla preferentemente por la red viaria tradicional y que está enfocada a todas aquellas personas que les guste caminar”.
El senderismo se practica por senderos y rutas homologadas y debidamente señalizadas por marcas de diversos colores para indicar la dificultad de las mismas. Estas marcas se suelen situar en piedras al borde de los caminos, en los troncos de los árboles y señales verticales, esto es la diferencia que existe entre el senderismo y actividades similares como el excursionismo o el trekking.
Además es una actividad que se puede realizar a lo largo de todo el año, puede ser practicada por todos los grupos de edades puesto que existen rutas para todos los niveles: desde los principiantes con poca preparación física hasta los expertos con recorridos de gran longitud y terrenos sinuosos con ciertas dificultades. Por lo general, suelen tener un alto interés paisajístico y cultural.
